Una investigación de
la firma de seguridad White Ops ha destapado la mayor trama de clics
fraudulentos de la historia, que ha generado pérdidas de más de 180 millones de
dólares a la industria publicitaria.
Se trata de una botnet creada por ciberdelincuentes rusos para mostrar anuncios reales a gente de mentira.
Apodada
“Methbot” por las referencias a la metanfetamina en el código, esta granja de
bots es una de las operaciones de fraude publicitario más sofisticadas y
rentables que se conocen. Se centra en publicidad programática de vídeo y puede
ingresar hasta $5 millones al día del dinero de los anunciantes, generando
entre 200 y 300 millones de impresiones no humanas de sus anuncios.
Para
conseguir engañar a los algoritmos que deciden dónde se muestran los anuncios
web, Methbot falsificó los registros de más de 6.000 dominios de manera que
parecieran páginas auténticas de grandes editores como Vogue, ESPN, Fox
News o The Economist. A continuación crearon 250.000 URL distintas
cuyo único contenido eran esos anuncios de vídeo, y pusieron a más de 570.000
bots a generar tráfico y hacer clics sobre ellos.
Según
White Ops, los ciberdelincuentes adquirieron 500.000 bloques de direcciones IP
y utilizaron proxies para que el tráfico proviniera de todos los
rincones de Estados Unidos. Además, los bots estaban programados para actuar
como personas reales, con movimientos de ratón y clics falsos. Incluso parecían
tener cuentas de Facebook (pero no las tenían).
“La
publicidad más costosa en Internet son los anuncios de vídeo de tamaño completo
en sitios con nombres conocidos y mostrados a los usuarios que están conectados
a sus redes sociales”, explica Michael Tiffany, CEO de White Ops. “Los
operadores rusos detrás de Methbot se dirigieron a las categorías de anuncios y
a los editores más rentables. Construyeron su infraestructura y comprometieron
piezas clave de los sistemas de Internet para maximizar su botín”.
White
Ops no desvela la identidad de los autores del fraude, pues asegura que lleva
semanas trabajando con las autoridades federales de Estados Unidos para darles
caza. No es la primera vez que alguien descubre cómo sacar dinero de los
anunciantes con clics fraudulentos o incluso infectando los equipos de personas
reales, pero Methbot tiene una magnitud sin precedentes y una infraestructura
muy estudiada.
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