Samsung
está siendo muy precavida para evitar problemas en el futuro de sus
dispositivos móviles, porque desde luego, no quiere más casos explosivos como
los del Galaxy Note 7.
Probablemente por eso la compañía habría decidido elegir a un socio confiable en la fabricación de las baterías como podría serlo otra empresa de su mismo país de origen y que además le hace la competencia en el segmento móvil, en el de televisores y en otros tantos: LG.
Un
nuevo reporte de Reuters que cita fuentes del diario sudcoreano Chosun
Ilbo asegura que Samsung se encuentra en conversaciones con LG Chem, la
división de LG que se encarga del desarrollo y fabricación de baterías, para
que trabaje justamente como uno de sus nuevos proveedores.
Las
baterías de su último gran teléfono que resultó en un caos fueron fabricadas
por su propia filial Samsung SDI y también por la empresa china Amperex
Technology.
Fuentes
citadas por el medio local aseguran que existe un 90 por ciento de
posibilidades de que el acuerdo salga adelante, y que Samsung quiere que LG
comience a proveerle de baterías tan pronto como a mediados de 2017.
Un
estudio independiente asegura que el diseño agresivo del Galaxy Note 7 fue
el culpable de las explosiones y otros problemas del Galaxy Note 7, ya que
la batería no tenía suficiente espacio y estaba muy apretada, un detalle que
podía generar problemas si se cumplían ciertas condiciones.
Mientras
que Samsung da a conocer los detalles que ocasionaron esta serie de problemas,
el Galaxy S8 ya estaría en producción, aunque algunos reportes
indican que podría no llegar al Congreso Mundial de Dispositivos Móviles de
Barcelona, donde suele ser lanzado el equipo estrella de la primera mitad del
año de la empresa.
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